Chaqueteros

Como siempre que juega la Selección estos 'partidillos' metidos con calzador en medio de la vorágine diaria de la competición de clubes, el empacho informativo se detiene y se relaja, y a falta de noticias, se dan por buenas las especulaciones y/o imaginaciones. Vamos, lo que vienen siendo los fichajes. Estos días de distensión informativa, uno de los nombres propios ha sido Isco que no acaba de querer renovar por el Madrid y como al Barcelona le faltan peloteros en su medio campo como el comer, pues blanco y en botella.

Se hace difícil imaginar en la actualidad que un jugador coja el puente aéreo directo, puesto que ninguno de los dos clubes estaría dispuesto a reforzar al eterno rival por lo que pudiera pasar. En España se ve una rareza que un futbolista cambie la camiseta del Barça por el Madrid y viceversa. En Italia, por ejemplo, son legión los jugadores - algunos míticos- que han vestido los colores de los grandes -Milan, Juve e Inter-, Pirlo, Seedorf, Davids, Ronaldo y hasta de los tres!, Roberto Baggio y Vieri. Es curiosa la facilidad que tienen allí para hacer tales transacciones. Aquí también hemos tenido fugas, despechos y bombazos y aunque el aficionado sienta la camiseta de su equipo como su propia piel y ni loco cambiaría por ninguna otra y menos por el gran rival, los futbolistas están hechos de otra pasta -concretamente de la de los billetes de €uro- y ya se sabe que en el fútbol "dónde dije digo digo Diego".
Ahí va un repaso de los chaqueteros mas famosos del puente aéreo:

Schuster. Santo y seña del difícil Barça de los 80 donde estuvo ocho años, él mismo se convirtió en problema cuando demandó al club por asuntos fiscales. Sus 'botifarras' al Madrid en una final de Copa no fueron inconveniente para reforzar a la 'Quinta del Buitre' cuando el equipo blanco campaba a sus anchas por la Liga. El díscolo alemán cambió de acera -no,esa acera no- en Madrid y recaló en el Atleti donde le metió un golazo de falta a Buyo en una final de Copa en el mismísimo Bernabéu. Años mas tarde ganó una Liga entrenando al Real Madrid siendo socio del Barça. Insuperable.


Milla. El primer '4' del Barça de Cruyff, salió de la cantera culé a finales de los 80 y el holandés le confió el timón del equipo. Milla no quiso renovar por la cantidad que el club le ofrecía y a Cruyff -a sabiendas que tenía un precontrato firmado con el Madrid- no le tembló el pulso para apartarlo del equipo y dejarlo en la grada porque además tenía su sustituto en casa -Guardiola-. En el Bernabéu, Milla estuvo siete temporadas, sin pena ni gloria y nunca llegó a ser el jugador importante que se suponía.

Laudrup. Ídolo del Camp Nou donde fue la elegancia del Dream Team. Con la llegada de Romario, el mago danés chupó mas banquillo del esperado ya que se convirtió en el cuarto extranjero del equipo -cuando solo podían jugar tres en el campo- y su relación con Cruyff se rompió. Se marchó libre al Bernabéu donde continuó impartiendo clases de magia. Allí estuvo dos temporadas muy diferentes entre sí. La primera ganó la Liga pero la segunda, el peor Real Madrid que yo he visto, no se clasificó ni para la UEFA. Es el único futbolista que ha vivido los dos 5-0 desde los dos bandos con asistencia 'marca de la casa' en cada uno incluida

Prosinecki. Mendoza lo fichó, depositando muchas esperanzas en uno de los futbolistas jóvenes mas prometedores del continente, reciente campeón de Europa con el Estrella Roja. Pero su trayectoria blanca se truncó debido a la fragilidad anímica pero sobretodo física que padecía. Un súper dotado técnicamente, habilidoso como pocos con el balón en los pies, capaz de regatearse a sí mismo -y no marearse- pero con un cuerpo de porcelana. Tres años soporíferos terminaron con la paciencia del madridismo y sus huesos acabaron en el Oviedo, donde volvió a sentirse futbolista. Cruyff lo reclutó para ser -junto a Kodro- una de las referencias de su último Barça y no hace falta recordar cómo acabó aquello. Es uno de esos futbolistas que siempre rindió mas en su selección que en los clubes que jugó. Titularísimo en la histórica Croacia del Mundial'98.

Luis Enrique. Aunque hace años que es bandera del barcelonismo -y del antimadridismo- y rehúye cualquier recuerdo de su etapa en el Madrid, allí estuvo cinco largos años donde le dio tiempo a marcarle algún que otro gol al Barça. Su llegada al Camp Nou sorprendió en su momento porque parecía un Ultra Sur pero, como si de Jason Bourne se tratara, Luis Enrique olvidó su pasado. Se puso la camiseta azulgrana y su cerebro hizo un click que nunca mas le ha permitido recordar algo de sus carreras por el Bernabéu. Su devoción culé y la tirria al merengue lo convirtieron en héroe para unos y anticristo para otros.

Figo. Todo se ha dicho ya de la traición mas famosa del fútbol. Líder y capitán del Barça, aprovecha un vacío de poder en los grandes de nuestro país -habían elecciones en los dos clubes y en la misma época estival- para hacerse mas rico de lo que ya era sin hacer nada. Su plan era bien sencillo: estaba pendiente de renovación con considerable aumento de sueldo con su equipo pero hasta que no se formara nueva directiva, debía esperar. En esas, don Florentino Pérez, un perfecto desconocido para el gran público entonces, se pone en contacto con él para usarlo como gancho electoral en su jugada maestra para presidir el Real Madrid y le ofrece un maquiavélico acuerdo: si Florentino gana, paga la cláusula récord al Barcelona y el portugués ficha por el Madrid. Si Florentino pierde, Figo recibe una generosísima indemnización sin haber movido un dedo. Las encuestas -siempre tan sinceras- daban claro ganador a Lorenzo Sanz, entonces presidente blanco y que traía la Octava Champions bajo el brazo. Figo estrecha la mano de Florentino, convencido que se saldría con la suya: ganar mucha pasta a costa del perdedor Pérez y volver a ganar mas pasta con el fácil acuerdo al que llegaría con la nueva directiva culé. Pero Florentino Pérez gana y Figo no sabe donde meterse. La prueba está en la cara de póker que presenta el portugués el día de su presentación como jugador blanco. Donde debía reflejar felicidad y orgullo -no se molestó ni en aparentarlo- mostraba aturdimiento y pesadumbre. Florentino Pérez comenzó su mandato con un Perfect! que dejó gravemente herido al eterno rival y ya luego Gaspart, él solito, se encargó de rematarlo.

Chaqueteros haberlos haylos siempre y han habido mas en los últimos años -algunos de ellos indirectamente-: Ronaldo -éste hizo doblete como gran goleador que era en España e Italia-, Nando, Soler, Hagi, Celades, Dani García, Alfonso, Eto'o, Saviola... No son muchos pero sí muy selectos. Quién será el siguiente?

Comentarios