Oficialmente Mundial de Clubes. Popularmente 'Mundialito'. Para su creadora FIFA un filón mas de negocio que además este año está usando como laboratorio experimental con su nuevo invento: el videoarbitraje. Solo dos partidos han sido suficiente para determinar que la criatura recién parida es un verdadero esperpento. En teoría el nuevo juguete se piensa para acabar con una de las salsas de este deporte -la polémica- pero en la práctica lo que crea es mas debate aún con sus fallos de apreciación, tiempo y diseño. No está del todo abocado al fracaso puesto que la tecnología va a estar presente en todos los ámbitos de la vida -mal que nos pese- desde ya y todos los grandes cambios necesitan tiempo para ser asimilados, pero de momento el videoarbitraje de la FIFA es el invento mas estúpido desde el archiconocido 'palo selfie'.
La Intercontinental de toda la vida es desde hace mas de una década un 'torneíllo' donde tienen cabida los campeones de cada continente. El vencedor es proclamado mejor equipo del mundo. La competitividad ni está ni se le espera debido a la diferencia de nivel y son siempre europeos o sudamericanos -estos ya cada vez menos- los que logran el título. Todo surgió en los primeros años 60 del pasado siglo y por entonces solo se tenía en cuenta Europa y Sudamérica como únicas potencias del fútbol mundial -con los años poco ha cambiado el gallinero-. Comenzó siendo una eliminatoria a ida y vuelta en la que los dos aspirantes se ponían de acuerdo en las fechas y a correr. El problema llegó cuando los sudamericanos vieron la gran oportunidad de imponer su ley y dejar en evidencia al señorial y cada vez mas poderoso fútbol europeo. Se notaba que al otro lado del charco se tomaban demasiado en serio el trofeo y empezaron a hacer auténticas encerronas a algunos rivales. En Europa no estaban por la labor de perder su prestigio y muchos equipos se sirvieron de cualquier atisbo de falta de seguridad en tal estadio o problemas políticos en tal país para utilizarlo como excusa para borrarse de la competición -cuando la FIFA todavía lo permitía-. A veces acudía el subcampeón europeo y algún año ni siquiera se disputó. Esto explica por ejemplo, porqué el Atlético de Madrid luce en sus vitrinas una Copa Intercontinental sin haber sido nunca campeón de Europa. El Bayern se borró en 1974 por desacuerdo con la dictadura argentina y llegó el Atleti como segundón y se llevó el trofeo a casa.
A la vista de los problemas que causaba ese formato, en 1980 la FIFA decidió que el título se disputaría a partido único y en campo neutral a finales de año. Fue la época mas resplandeciente de la Copa Intercontinental -sin pasarse tampoco- cuando se disputaba siempre en Japón. Toyota era el patrocinador del evento y regalaba su mejor coche al MVP de la final -era un época en la que los cracks no se podían permitir una flota de Ferraris y Lambos como hoy en día-. Los europeos ya no fallaron mas a la cita y la rimbombante Intercontinental adquirió prestigio. Pese a ello, son pocas las escenas memorables que nos recuerda esta competición: el Barça de Cruyff ajusticiado por Raí y su Sao Paulo bajo un poderoso sol naciente, el aguanís de Raúl ante el Vasco de Gama o el doblete del Loco Palermo con Boca Júniors para derrotar al primerísimo Madrid de Florentino y pare usted de contar.
Y cuando mas arraigado a ese formato estaba el trofeo, la FIFA siempre abierta a nuevas líneas de negocio nos deleita en 2005 con el formato actual que tanto deja que desear. Poco respeto le debe tener la propia FIFA a su mayor competición de clubes cuando la usa de cobaya para su nuevo invento. Si algún día esta competición se extinguiera nadie la echaría de menos.
Siempre nos quedará la época dorada cuando Toyota regalaba llaves tamaño humano que Raúl no sabía donde guardarse.
La Intercontinental de toda la vida es desde hace mas de una década un 'torneíllo' donde tienen cabida los campeones de cada continente. El vencedor es proclamado mejor equipo del mundo. La competitividad ni está ni se le espera debido a la diferencia de nivel y son siempre europeos o sudamericanos -estos ya cada vez menos- los que logran el título. Todo surgió en los primeros años 60 del pasado siglo y por entonces solo se tenía en cuenta Europa y Sudamérica como únicas potencias del fútbol mundial -con los años poco ha cambiado el gallinero-. Comenzó siendo una eliminatoria a ida y vuelta en la que los dos aspirantes se ponían de acuerdo en las fechas y a correr. El problema llegó cuando los sudamericanos vieron la gran oportunidad de imponer su ley y dejar en evidencia al señorial y cada vez mas poderoso fútbol europeo. Se notaba que al otro lado del charco se tomaban demasiado en serio el trofeo y empezaron a hacer auténticas encerronas a algunos rivales. En Europa no estaban por la labor de perder su prestigio y muchos equipos se sirvieron de cualquier atisbo de falta de seguridad en tal estadio o problemas políticos en tal país para utilizarlo como excusa para borrarse de la competición -cuando la FIFA todavía lo permitía-. A veces acudía el subcampeón europeo y algún año ni siquiera se disputó. Esto explica por ejemplo, porqué el Atlético de Madrid luce en sus vitrinas una Copa Intercontinental sin haber sido nunca campeón de Europa. El Bayern se borró en 1974 por desacuerdo con la dictadura argentina y llegó el Atleti como segundón y se llevó el trofeo a casa.
A la vista de los problemas que causaba ese formato, en 1980 la FIFA decidió que el título se disputaría a partido único y en campo neutral a finales de año. Fue la época mas resplandeciente de la Copa Intercontinental -sin pasarse tampoco- cuando se disputaba siempre en Japón. Toyota era el patrocinador del evento y regalaba su mejor coche al MVP de la final -era un época en la que los cracks no se podían permitir una flota de Ferraris y Lambos como hoy en día-. Los europeos ya no fallaron mas a la cita y la rimbombante Intercontinental adquirió prestigio. Pese a ello, son pocas las escenas memorables que nos recuerda esta competición: el Barça de Cruyff ajusticiado por Raí y su Sao Paulo bajo un poderoso sol naciente, el aguanís de Raúl ante el Vasco de Gama o el doblete del Loco Palermo con Boca Júniors para derrotar al primerísimo Madrid de Florentino y pare usted de contar.
Y cuando mas arraigado a ese formato estaba el trofeo, la FIFA siempre abierta a nuevas líneas de negocio nos deleita en 2005 con el formato actual que tanto deja que desear. Poco respeto le debe tener la propia FIFA a su mayor competición de clubes cuando la usa de cobaya para su nuevo invento. Si algún día esta competición se extinguiera nadie la echaría de menos.
Siempre nos quedará la época dorada cuando Toyota regalaba llaves tamaño humano que Raúl no sabía donde guardarse.
Estoy contigo, el formato no ayuda en nada y la falta de "nombre gordos" tampoco ayuda mucho, que les cuesta que el campeón de la UEFA Europa League también participe? no obstante yo lo veo tan falto de coherencia y desubicado espaciotemporalmente (sobretodo en la fecha) que no me atrae lo mas minimo!
ResponderEliminarLo del videoarbitraje pues viendo lo visto no me parece mal que lo apliquen en un torneo menor, por algún lado tienes que empezar...no?