Seleccionador

El hobby preferido por los españoles, hasta la llegada de Pokémon Go, y a la altura de los bares y la mismísima siesta, ya tiene dueño. Y es que, ser seleccionador nacional de fútbol, nos apasiona.

Julen Lopetegui ha sido el elegido. El Marqués del Bosque bendice a su sucesor. De todos los nombres que se barajaban, quizá era uno de los mas lógicos. Por el simple hecho de que trabajó en la Federación e hizo campeona de Europa a la generación que empiezan a ser mayoría en el equipo, ya suma mas que otros candidatos. Aunque ahí está Iñaki Sáez para desmontar la teoría. El currículum de Lopetegui no es nada lujoso, ni siquiera extenso, pero ha sido suficiente para que lo hayan tenido en cuenta. En las categorías inferiores de España lo hizo muy bien. Después probó suerte en el Oporto con mas pena que gloria. Y ahora llega a seleccionador dispuesto a seguir la misma línea de los años dorados. El estilo que tanto ha anhelado España y que por fin lo ha encontrado, debe ser innegociable. Creo que con Lopetegui está en buenas manos. En sus equipos ha demostrado el buen trato con el balón como una de sus características.


Julen Lopetegui es un adoptado del nuevo estilo de España, ya que él viene de ser un portero normalito de la década de los 90. Estuvo a buen nivel cuando se hizo amo y señor de la portería del mítico Las Gaunas defendiendo al histórico Logroñés. Allí vivió sus mejores momentos. Eso le valió para jugar sus únicos minutos con la Selección en un amistoso previo al Mundial'94, del que formó parte como tercer portero. Aquél verano fichó por el Barça para sustituir al despedido Zubizarreta. Llegaba para ser titular, pero Cruyff perdió toda confianza en él después de una serie de fallos garrafales. Busquets (padre) y hasta Angoy (yerno de Cruyff) le barraron el paso. También había estado en el Real Madrid en sus inicios. En los dos grandes jugó entre poco y nada. El único sitio que fue titular indiscutible es en Logroño. Colgó los guantes en el Rayo, como tercer portero. Una tónica habitual en su carrera. Tiempo después se hizo célebre con una escena siendo comentarista en los inicios de La Sexta, cuando se desplomó en directo víctima de un desmayo. Fue el rey de los programas de zapping durante un buen tiempo. Poco se parece el futbolista que fue al entrenador que quiere llegar a ser.

Le darán palos hasta en el DNI como su nuevo puesto requiere. El beneficio de la duda es suyo. Lo han elegido para que, ahora sí, regenere a una Selección que pedía a gritos un cambio. Y el primer gran cambio es él.

Comentarios

  1. Me gusta como comenta este chico. Sus entradas son subjetivas pero sin dejarse llevar por las masas. Sigue así, prometes.

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