Días de fútbol

Nos encontramos en plena vorágine de partidos decisivos. Los equipos se juegan las habichuelas de toda la temporada en un puñado de encuentros donde todo se decide en un sprint final apasionante. Cuando estamos casi mas pendientes de los partidos del rival que el de nuestro propio equipo y los fabricantes de maletines no dan abasto. Cuando aún está todo por resolver. Cuando la Liga está mas caliente que nunca. Por arriba y por abajo.

Por arriba, porque el Barça se ha empeñado en darle una emoción que no existía. La Liga ya la ganó en Febrero. Ahora ya solo puede perderla, después de su estremecedora pájara donde tiró por la ventana el colchón donde plácidamente esperaba el alirón. Disneylandia ha cerrado antes de tiempo y ahora el Barça vive en un alambre. Y a la intemperie.
El equipo de los récords y la fiesta ha dado paso, de repente, a un grupo que parece tieso. Mental y físicamente. Se le está haciendo la temporada larguísima. Y sus dos rivales a los que han resucitado, no van a desaprovechar su última vida y van a obligar a los culés a sudar la Liga hasta el último minuto esperando el fallo definitivo.


La Champions League también vive sus días culminantes. No para el Barça, que se quedó encallado en las Termópilas (por segunda vez en tres años), el hogar de los espartanos del Cholo. Porque lo que está haciendo Simeone con su Atlético es una auténtica proeza. El oráculo del Cholo ha transformado a un equipo que era como Efialtes (el jorobado que no podía ser espartano por su fisonomía) en el verdadero Leónidas. Un equipo, con mayúsculas, que sabe de sus propias limitaciones y que no se da por vencido hasta derramar su última gota de sudor. O de sangre, ya que estamos con la épica.

Guardiola lo volverá a intentar por tercera y última vez con su Bayern para callar las bocas que no se han cerrado desde su llegada. Se ha demostrado que el triplete avasallador que consiguió Heynckes justo antes que aterrizara Pep, tiene una sombra demasiado alargada.

El Manchester City disputa sus primeras semifinales, muchísimos petrodólares después. Sin ninguna presión ni mediocampo tampoco, da la sensación de que lo mejor está por venir a partir del próximo verano cuando Guardiola comienza su proyecto.

El Real Madrid ha terminado su tradicional paseo primaveral con pétalos de flores hasta semifinales, con remontada histórica de cartón-piedra incluida. Han demostrado en sobradas ocasiones que cuando mas peligrosos son es cuando menos se cuenta con ellos. Son capaces de todo, como siempre.

También nos queda el chupito de la Copa del Rey. Esa menospreciada competición en nuestro país, que si se impusiera solo un poquito la lógica y se cuidara con mas mimo, ganaría mucho en atractivo. Pero no deja de ser el tercer título en importancia y llegar a la final es un premio que nadie se quiere perder. A nadie le amarga un dulce. Y últimamente los grandes no quieren dejar ni las migajas a sus contrincantes. Eso ha elevado la Copa los últimos años.

Y el Leicester a un paso del milagro mas grande que se recuerda. Muchas emociones comprimidas en menos de un mes de puro espectáculo. Viva el fútbol.

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