Equilibrio

Es una de las palabras más repetidas para definir una de las grandes virtudes del fútbol moderno.
El equilibrio de un equipo se basa en la transición defensa-ataque y viceversa, de la forma más armoniosa y fluida posible. El centro del campo es el eje primordial por el que fluye casi todo el fútbol nuestro de hoy en día. Por supuesto, aún hay reductos de los arcaicos 'patadones', dónde los centrocampistas ven el juego con prismáticos, puesto que el balón va de área a área, casi sin detenerse en ellos. Pero eso va quedando ya, para equipos pequeños. El intento de buscar la victoria por la vía del buen trato al balón se va imponiendo, cada vez más, gracias a las corrientes creadas por los últimos equipos que han marcado una época.

Existen jugadores que por sus especiales características en el momento justo y en el equipo adecuado, son capaces de reinventar posiciones. La de pivote en el fútbol, es una demarcación, relativamente, nueva. Es el mediocentro de toda la vida, pero renovado para que, no solo distribuya juego propio, sino para que destruya el del rival, siempre sin perder la posición. Debe combinar la consistencia defensiva, el rigor táctico y el control y toque justos para comenzar el juego de ataque de su equipo. Esta posición es clave en cualquier conjunto que busca el famoso equilibrio.


Futbolistas que han defendido con orgullo esta complicada posición hay unos cuántos. Que hayan triunfado en ella, unos pocos. Pero solo hay uno que combina a la perfección todas las virtudes necesarias que requiere la posición de pivote. Es el mejor del mundo en lo suyo. A base del mejor aprendizaje que otorga tener a los mejores maestros y de mucho coraje y talento, Sergio Busquets ha pasado de ser el fiel escudero de Xavi e Iniesta, en un mediocampo irrepetible, a convertirse en toda una referencia. Básico, imprescindible, insustituible.. todos los adjetivos válidos para entender que sin su presencia, el equipo es otro. Cuando está, no hace ruido porque su tipo de juego así lo requiere. Pero cuando no está, el equipo 'chirría'. Es lo que tiene hacer siempre bien lo que parece fácil, pero en absoluto, lo es. Busquets es el equilibrio hecho futbolista. Así de simple.

La grandeza de un futbolista no se mide cuando juega, sino cuando no lo hace y su equipo lo añora.
 

Comentarios